El término sexualidad se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: incluye las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, practicas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. En resumen la sexualidad se experimenta y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.
La educación sexual infantil no empieza con una charla incómoda a los 12 años. Comienza mucho antes, desde que el niño aprende a hablar, a reconocer su cuerpo y a explorar el mundo. Y no se trata de hablar de sexo, sino de enseñar sobre amor, respeto, protección, intimidad y bienestar.
Desarrollo
Desde edades tempranas, los niños y niñas pueden aprender a identificar sus emociones, poner límites a su cuerpo y conocer los nombres reales de sus partes íntimas. Al hacerlo, desarrollan un vínculo saludable con su cuerpo y con el de los demás.
Por ejemplo, un niño que aprende que su pene o su vulva tiene un nombre real y no un apodo, es más capaz de explicar si algo le duele, le incomoda o si alguien lo ha tocado inapropiadamente. Además, al usar un lenguaje claro, se rompen los tabúes y se promueve la confianza entre adultos y niños.
A medida que crecen, se puede introducir con naturalidad conceptos como:
•Lo privado vs. lo público: enseñar que hay espacios y momentos para ciertas acciones (como ir al baño o cambiarse de ropa).
•Consentimiento: que tienen derecho a decir “no” y que los demás también.
•Emociones: identificar cómo se sienten cuando algo los hace felices o incómodos.
También es importante responder a sus preguntas sin burlas ni evasivas. Si un niño pregunta: “¿Por qué yo no tengo lo mismo que mi hermanita?”, se debe explicar con lenguaje claro y honesto, sin mentiras ni mitos.
La escuela puede reforzar estos aprendizajes, pero la educación sexual empieza en casa. Los cuidadores son los principales modelos de respeto, comunicación y confianza.
MANIFESTACIONES DE LA SEXUALIDAD INFANTIL
Con frecuencia, la sexualidad se asocia exclusivamente con la genitalidad o el erotismo; no obstante, sus manifestaciones tienen una dimensión más amplia, la sexualidad está conformada integralmente e incluye también otros aspectos.
Manifestaciones relacionadas con el género: Relacionadas con pertenecer a uno u otro género, desde las diferencias físicas, la forma de expresarse y relacionarse con los demás. Se ha demostrado que la forma en que nos relacionamos con las niñas y los niños es diferente. La perspectiva en relación con el género en la mayoría de los progenitores se va construyendo desde el embarazo; cuando se descubre el sexo del bebé. En general, la manera de comunicarse y relacionarse con cada género es distinta, desde las expectativas que se van construyendo, la forma de hablarles, de expresarse o de jugar. Los infantes empiezan a comprender las diferencias entre varones y mujeres durante los primeros tres años de vida: el niño observa al modelo masculino que tiene más próximo y la niña al femenino. Van identificando que pertenecen a un determinado género e intentan imitar a los mayores, asumen los papeles observados en la familia, en la escuela, en sus ambientes cercanos y los reproducen; del mismo modo interiorizan los valores que estos roles adquieren en la sociedad; por ello es importante mostrar modelos respetuosos y equitativos de relación entre hombres y mujeres. Algunas de sus manifestaciones son imitar el rol de la mamá o del papá, investigar las diferencias entre hombres y mujeres a través de los juegos, en la convivencia familiar o con amigos. En este sentido es importante transmitir el concepto de equidad, enseñar y mostrar en la convivencia familiar y escolar que niños y niñas son valiosos y que tienen los mismos derechos, responsabilidades y oportunidades para desarrollarse, crecer y aprender.
Conclusión
La educación sexual infantil es una herramienta de protección y crecimiento. No es algo que se enseña una sola vez, sino todos los días, a través del lenguaje, los gestos y el ejemplo. Comencemos desde el amor, el respeto y la verdad.
Bibliografías
•UNESCO. (2021). Educación integral en sexualidad desde la primera infancia: orientaciones para padres y educadores.
•ONU Mujeres. (2020). Educación para la igualdad: herramientas para la infancia. https://www.unwomen.org
•Ramos, M. A. (2019). Sexualidad infantil: desarrollo, comunicación y prevención. Editorial Noveduc.
•Fundación América por la Infancia. (2018). Hablar de sexualidad con los niños: claves para un abordaje positivo. https://www.americaporlainfancia.org
Autor: Rosa Arias
Comentarios
Publicar un comentario